Con una tobillera de lapislázuli seguro que harás la entrada. Esta piedra semipreciosa de color azul intenso ha formado parte de la historia de la joyería desde la antigüedad y ni siquiera Cleopatra pudo resistirse a su belleza. Las motas doradas que recuerdan a una noche estrellada distinguen las estomas de lapislázuli del resto y permiten a su portador expresar su individualidad y su fuerte sentido de la moda.